martes, 14 de julio de 2009

Mauro Cesari - el entrerrianito


Libro:
El entrerrianito, Alción Editora, Córdoba, 2009.

Autor: Mauro Cesari (Paraná, Entre Ríos, 1977). Es licenciado en Psicología y docente. Poemas, artefactos y módulos visuales de su autoría han aparecido en exposiciones, fanzines, comunicaciones alternas, ejemplares únicos y pequeñas ediciones en países de América y Europa. Por su libro El entrerrianito recibió el 1º premio Estímulo a la Actividad Creadora en Poesía 2007. Vive en la ciudad de Córdoba.


Reseña
Todo El entrerrianito está puesto bajo el signo de la epidermis del agua, como reza el epígrafe de Jarry que abre el libro. Así, con ese matiz diminuto que lleva el título -matiz que cela la potencia y la tonalidad de una voz que se sabe marcar sus ritmos- parece ser un libro de la infancia, de la piel de la infancia bañada en el agua del río, barro de la vida que arrastra y moja los recuerdos con su apariencia de opacidad. En el agua opaca de las palabras que trasparentan su materia fluida, el escurrirse en su manar, no se aligera la pesadez del lenguaje, sino que las palabras mudan su estado, se hacen agua que fluye por las páginas, haciendo charcos, marcando surcos, armando nuevos riachos.
Lo que no puede dejar de decirse de este libro es que la así llamada “experimentación poética” no parece aquí responder a una autómata máquina de desordenar versos, aleatoriamente. Sino que atiende a un juego serio, ése que sólo los niños saben dimensionar, donde el miedo y el anhelo tensan cada gesto, cada diseño de los signos en la página, donde cada objeto es un nuevo pulso para el cuerpo múltiple del deseo.
Procedimientos de experimentación sobre los componentes del sonido, sobre la materialidad del sentido: así, El entrerrianito supone un continuo someter a prueba la materia del lenguaje, combinando elementos, sustrayendo propiedades, para finalmente lograr cambios de estado de la materia, pasar de la solidez a la licuación y viceversa, de la piedra al agua y del agua a la piedra, cambio y arrojo, de lo que se arroja al río y cambia, se arrastra, se pierde, aunque vuelve y es un nuevo diseño en esa página blanca que a su vez es el cuerpo desnudo del lenguaje.

Este libro consta de tres partes: “Hechos”, “Eco”, “Apéndice a modo de tarros o El Barro”, donde la dimensión entre-rriana se plasma en un diseño cartográfico dibujado entre la carne codiciada de los peces, las canoas que se recuerdan por sus mismos nombres, los lugares del río donde el paisaje fue nombrado por sus formas, los pescadores vibrantes y anónimos, los pequeños seres vivientes imperceptibles del agua, las flores flotantes como las vírgenes bajando por el río. Así, podría decirse que todo el texto se ve cruzado tanto por el anhelo de la flotación del cuerpo soñado en el río, como por el deseo de que las palabras logren ese zurcido invisible en la página. Ambos deseos son llevados por el continuo ritual flotante del cuerpo/lenguaje, materia enfrentada a su gravedad, a la torsión de toda forma donde se refractan los sonidos, donde se pulsan los hilos del agua y se burla el peso de todas las cosas
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Gabriela Milone

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